el papillon effect

Skypecam con un amigo en mi galaxia muy muy lejana: me cuenta que acaba de mudarse a la súper casa que se construyó en Woodstock, donde no conoce a nadie, y el aislamiento lo está volviendo loco paulatinamente.

Me pregunta si yo también estoy sufriendo la soledad y le digo que sí, con la diferencia que ya no trato de evadir ni remediarla lo cual es un alivio,

pero de doble hilo por que mis fotos tienen que ver con la confianza y la entrega y la joie de vivre: todas cosas que han quedado atrás, o por delante, lo que da lo mismo puesto que huyeron sin dejar una dirección donde ubicarlas.

Odio a todo el mundo, le digo. Salvo el paseador de Milo que es un hippy colombiano divine, y los chinos del súper. Debe ser el efecto minoría: simpatizamos automaticamente. También ayuda eso de hablar a diario, pero con un repertorio de cuatro frases:

Cómo andas, bien?
Bien, vos?
Bien, por suerte. Quince con cuarenta.
Pará que tengo moneda.

…lo cual es soporífico. Lo genial del chino es que jamás te preguntará De dónde sos? por que le chupa un huevo por que su cultura le lleva minimo tres mil años a la tuya.

Cierto. Y qué tal la danza del apareamiento surecuatorial… había algún oscuro sujeto deseandote por ahí si no me equivoco…

Justo el otro día me volvió el boomerang, de rodillas.

El de las fotos, dice mi amigo. Superlativo ejemplar guacha. Y?

Y game over. Lo sucio que juegan estos machistas por favor. Daría para escribir un roman-fleuve. Pero sería un roman-vómito, boringggg.

Qué lindo ver tu cara de chinchuda.

Sí. Gracias por llamarme y obligarme a prender la webcam, que tenía cero ganas.

Se te extraña Stef. Siempre hablamos de vos.

Lo que no deja de asombrarme. Habría sido demasiado fácil soltarme de a poco.

Motion denied nena. Lo más top sería volver a verte en NY. Aunque casi ni me atrevo a decirtelo después de tanto pedir.

Le contesto que estoy fabricando mi balsa like Steve McQueen y que cuando esté lista iré al acantilado a esperar la séptima ola, la más grande, la que me llevará al mar abierto y me dice genial, avisá cuando zarpas así bajamos a la playa a esperarte.