"Save me!" cried Max the goldfish

As a species we're fortunate that animals are incapable of full-scale revenge, I thought as I opened this nifty little game, which comes with an anti-whaling petition.

Recién le comentaba al Mellizo de bufanda roja que como especie tenemos suerte que los animales no saben vengarse, cuando este juego me llamó la atención. Inventado por un señor de Melbourne que quedó indignado frente a imágenes televisadas de la matanza de ballenas en el Océano del Sur, viene con una petición que busca juntar un millón de firmas (ya alcanzó 750.000) para abolir la caza de nuestros hermanos cetáceos. Dicho señor, que se llama Patrick Bonello, se encargará de mandarla a Greenpeace, a la Comisión Internacional sobre la Caza de Ballenas y al gobierno australiano.

4 comments:

Ornella said...

Disfruté viendo a los japonesitos caer al agua!

girlontape said...

jeje
me parece taaan injusto que las ballenas no se pueden defender....

Anonymous said...

Este año a Argentina no van a venir los ponjitas, pero creo que es el 1° año en que hay una ley del estado que las protege...

y lo peor de todo es que la remera de greenpeace que me enviaron me queda pequeña.

girlontape said...

el tipo de la venganza de las ballenas tmb vende remeras chuc ;)