la cena

"Sabes qué," le comenté a un amigo la otra noche. "Me estoy poniendo cada vez más snob. Antes venía super yanqui... super democratica... ahora pienso, cierta gente no hay que dejarla pasar."

"Si," me contestó mi amigo. "Pero jamás hay que manifestarle tu desestima al otro. Prefiero apartarme antes que disimular."

"Por eso," le dije, "dejo la Argentina: me cansé de tener que cuidar constantemente a los demás. Como la vez que me preguntaron, con toda seriedad, si me parecía lindo el Tigre."

"Ja ja. Y?"

"Comme d'habitude, iba a asegurarlos que en mi opinión es un paisaje bellisimo..."

"Velo piadoso."

"Claro. Pero me salvó Laura así: Cómo le vas a preguntar a una italiana si le parece lindo el Tigre... tenes idea de lo que es su país?!"

"Ma chère amie... si hasta los que han viajado siguen orgullosos de lo impresentable!"

"You don't say. Laura es una de las pocas argentinas que conozco con la que no tengo que fingir admiración por cosas que no dan."

"Por ejemplo?"

"Por ejemplo, la cocina... bueh. Llamemosla monosilábica. Y lo que me mata: como ustedes desprecian lo que a nosotros nos parece digno."

"A ver?"

"Se delectan en echarle mierda a sus mejores artistas. Y si contra viento y marea a alguna argenta le va bien afuera... oh my god! crucifiquenla ya!!"

"Así que te vas para no ofendernos: una solución elegante."

"Más que cortesía, es miedo: toda vez que hablé abiertamente me cagaron a palos."

"El discreto encanto del conformismo. Igual tu gringuez no te garantiza cierta inmunidad?"

"Hmmmm... hasta ahí. La gringuez te protege si socializas con otros gringos. En el momento en que empezas a tener una mayoría de amigos argentos... fuiste. Es welcome to the jungle baby, sin piedad."

"Fascinante. Deberías escribir un tractado antropológico a partir de tus siete años entre esa tribu hostil, los porteños."

"Ja ja. Ustedes se creen tan interesantes! Cuando salga de acá, mi intención es de olvidar la grasa siniestra que no fui lo suficientemente snob como para evitar... Pero sí me quedaré con vos, con tu amistad y tu arte... te parece?"

"Siempre tendrás un amigo en mi... espero que me creas, a pesar de que soy porteño..."

"Hmmmm.... a ver ese puñal?"

"Si tuviera uno lo sacaría para defenderte, cosa que ya sabés."

"Cierto. Igual, pronto estaré entre mi gente no la tuya: cuando me vendrás a visitar yo me haré cargo de tu security."

"Done. Brindo por nosotros."

"Cin cin!"