No éramos tan felices, pero si en las reuniones de los sábados alguien hubiese preguntado si éramos felices, ella habría respondido "seguro sí", o me habría consultado con los ojos antes de decir "sí", o tal vez habría dicho directamente "sí", volteando su largo pelo rubio hacia mi lado para incitarme a confirmar a todos que éramos felices, que yo también pensaba que éramos felices.
Pero éramos felices.
4 comments:
Tipo genial, espinoso y sensible. Merecido homenaje.
extrañaremos tanto a daddy fogwill! el norman mailer argento le decía yo...
chau Fogwill! y gracias por todo
un bad boy como pocos!
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