amores perros cap. 3

Hoy, para que no se ponga mal nuestro mozo entrañable, cenamos en la parrillita de la esquina en compañía de la -adolfo dixit- estrella sociométrica de feisbuc. Como dicha estrella tardó, girlontape y su servidor fiel tuvieron un ratito para seguir con su pequeña folie à deux.

La cual arrancó con un beso: su idea no la mía por que -milagrosamente- me acordé del sagrado precepto, tantas veces transmitido por sus amigas argentinas, tantas veces olvidado por girlontape, léase al que te gusta no hay que darle bolas, aka el discreto encanto del histeriqueo. (chicas...it's workinggg)

Mmmm qué lindo oles tanooo delira girlontape. Y en voz alta: Nunca parás de trabajar?

Es que tengo mucha energia para soltar dice él, disparandome una rafaga imaginaria que la llegada de susodicha estrella etc etc cortó al nacer. Por suerte, sino chau discreto encanto...chau folie à deux...se pudre todo.

Y así fue la noche a seguir: cuanta más mala onda tiró girlontape, más consiguió de lo que ella realmente quiere...o alguna vez quiso, quiso, quiso. (Ay chicos...van a dejar de ser taaaan dogmaticos? Cómo extraño, a veces, mi segundo país: donde sí es sí, y no es no.)

Tan en serio llegó a tomar su papel de psychobitch, que girlontape hasta logró mandar a la mierda -no una sino dos veces, ambas sinceramente- cierto muchacho que antaño le voló la cabeza a niveles pocas veces alcanzables en la vida, o por lo menos así le pareció en ese entonces a nuestra heroina.

Una vez aclarado el equivoco -Stef soy yo, qué onda? Uyy perdón no te reconocí...horrible ese bigote, pareces un mafioso. En serio? Me voy a afeitar igual... etc etc- girlontape oootra vez comprobó el axioma desesperante, que ellos siempre tardan en alcanzar conceptos que nosotras entendimos de entrada. Mínimo un año.