Hace un par de días almorzamos en la parrillita de la esquina acompañados de cierto dueño de un ovejero alemán, y nos sorprendimos ante la mirada -sutil, pero inequivocablemente territorial- que le lanzó nuestro mozo predilecto.
Nunca más, le prometió mentalmente girlontape a su receloso servidor. Soy fiel, creeme...a parte ni me gustan los rubios...a parte este tiene novia...encima es surfer, olvidate...
Con lo cual ayer volvimos solos. Ni bien nos sentamos, sin decir palabra, nuestro mozo viril me sacó la correa de la mano y la ató a mi silla: pequeña galanteria con la cual terminó de sellar nuestro pacto de mutua -y muda- posesión.
Una vez sujetada la fiera: Y, negro? le preguntó como de costumbre a mi hijito de cuatro patas.
Cómo me encantas cuando tomas el control tanooo deliró girlontape, simulando un minucioso examen de la carta que ya conoce de memoria y agradeciendo -una vez más- su regalito de cumple del universo. El cual, feliz, íper concentrado, coleando, siguió aspirando los restos de comida debajo de la mesa.
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2 comments:
ahhhhhhhhh que lindo perro, amo los perros.
si me lo decias antes te lo regalaba SyP...ya me robó el corazón el hdperra...
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