invitación

escenas de la vida cotidiana
fotografías de sebastián freire


Esta nueva tanda de Sebastianes fotografiados por freire explora la imagen de la mala compañía, el cotillón barato, la mancha nada original. Sometido a la prueba del roce, este San Sebastián devenido bestia pop se emparenta culturalmente con la Virgen-pomo que en las santerías cercanas a la Basílica de Lujan finge ser un tranquilo recipiente para el agua bendita. -maría moreno

inaugura miércoles 1 de julio
espacio ecléctico
humberto primo 730
19hs

+ dj dr. trincado

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¿Por qué Sebastián?
por
daniel link

Pocas son las imágenes del cristianismo que pueden competir con la potencia de la Sagrada Familia, María y Cristo. La de San Sebastián (cuyo martirio ha sido frecuentado por prácticamente todos los grandes nombres de la pintura universal) es una de ellas.

Sebastiano fue un soldado originario de Galia, probablemente de Narbona. Transferido a Milán, hizo carrera en el ejército de Diocleciano (siglos iii-iv), donde llegó a ser centurión de la guardia pretoriana. Convertido al cristianismo, usó los privilegios de su posición para salvar a los miembros de la Secta del Pez de la muerte, la tortura y la cárcel.

Condenado a morir, sin embargo sobrevivió a los flechazos de los arqueros imperiales. La viuda Irene lo cobijó y lo curó. Sebastiano volvió a presentarse al palacio imperial para recriminar a Diocleciano su conducta. Por segunda vez fue condenado a muerte. Fue apedreado hasta la lapidación y su cadáver fue arrojado a la Cloaca Máxima, de donde fue recuperado por sus amigos cristianos y sepultado en las catacumbas.

Muy tempranamente San Sebastián se erigió en el ícono gay del kitsch católico. Sabemos por qué los artistas acudieron una y otra vez a representar al mártir: sólo él les permitía estudiar la belleza del cuerpo masculino. Y si ese cuerpo se volvió el más sexy de toda la iconografía cristiana fue precisamente porque los artistas siempre supieron que no había otra celebración posible de las delicias de la carne sino ésa. Que mire el Niño a su padre (es su destino y es su cárcel), que mire María (con infinita melancolía) la Tierra hacia la que la mirada de esos dos complotados la expulsan. San Sebastián, en cambio, mira hacia lo alto: él comprende, desde el fondo de la tortura a la que lo condenan, que es a él a quien miran (¡a quien llaman!) desde el cielo.

En el siglo vii, una peste causó estragos en Roma. Desde entonces, el pueblo interpretó las sucesivas epidemias como flechas disparadas por un arquero enviado por Dios (IHVH) y por eso eligió al mártir (santo patrono de los arqueros, los atletas, los tapiceros y los vigías urbanos) como intercesor ante la peste (los estigmas que las flechas dejaron en su cuerpo, además, se parecían a las marcas de los apestados).
Por eso, el estudio corporal que los artistas del Cristianismo desarrollaron alrededor de San Sebastián no es sólo como una investigación estética sino, sobre todo, biopolítica (una política del cuerpo múltiple de las poblaciones, de la cohabitación, de la reproducción, la salud y la longevidad): en el cuerpo del mártir se lee la inscripción de IHVH y se reclama para el santo una misión terapéutica.

Allí donde la cólera de Dios (IHVH) arrojaba la peste, los artistas trataban de conjurarla con el cuerpo simétricamente marcado del mártir.
Después de T. S. Eliot, Pier Paolo Pasolini, Derek Jarman, Yukio Mishima y otros grandes artistas del siglo xx, el martirio de San Sebastián vuelve hoy con toda su fuerza porque sirve de comentario para un nuevo espacio biopolítico y de umbral para una nueva antropología. Un cuerpo marcado con el nombre de Dios, del cual una parte se ha perdido sin que se sepa bien si corresponde al ser insensato que sueña o al que se entrega al goce de la carne (porque, además, uno y otro son el mismo). Lo que queda son las marcas (HIV) en un cuerpo atormentado y bello, llamado por segunda vez a interceder por nosotros en los cielos.

La festividad de San Sebastián es el 20 de enero en Occidente y el 18 de diciembre en Oriente. Custodia, entre otras, las ciudades de Río de Janeiro (Brasil) y de San Sebastián y Palma de Mallorca (España). En Argentina, dos festivales celebran su memoria: uno en Pomán (Catamarca), el 19 y 20 de enero y otro en Las Ovejas (Neuquén), del 11 al 20 de enero.

4 comments:

Ebria de mí. said...

Que honor mon dieu! :)
"El jardín de las delicias" lo leíste, no?
INCREDIBLE!

girlontape said...

EXACTAMENTE en ESE poema pensé al leer tu textooooooooo

Tommy Barban said...

Si vos me sacás la foto yo te hago de San Sebastián

girlontape said...

perfecto para mi calendario XY...anda juntando flechitas tommy...bien filosas pliss