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Luna llena. Nos peleamos, me echa. Se nega a llamarme un taxi o a esperar uno abajo conmigo.
Pero no puedo estar sola en la calle a esta hora, digo y lloro asustada acordandome de mi locación: san telmo, 3am, con minifalda, sin celular.
Ojalá te violen de una vez, dice.
Quiero gritarle
Ya Me Violaron Dos Veces pero llega un taxi volando. Me rajo. En la barra, dentro de unos minutos se rompen dos vasos y se cae un espejo. Cinco desconocidas me saludan familiarmente preguntandome con urgencia por un tal Jorge, y dos conocidos tratan de canjear sus miserias por un beso. El dialogo primordial:
-Cuanto cobras mami?
-No tengo precio papi.
-Qué mala onda! De hecho eso busco...mi onda. Mientras, saco pix. He comprobado que a veces me salen bien aunque esté perdida: mi cam is my only friend until the end. Otros amigos también están, o aparecen en el momento indicado. Me dejan percibir su cariño, y eso me da aguante.
Emoción, pero paz reza el jedi mantra. Busco. Va y viene, son momentos; están en tu sonrisa y en la música, en los bailarines y en la oscuridad que todo lo acuna y lo contiene. Encontré mi espada de año nuevo: duele, pero me protege.