i looove this one too LEL :) too bad i didn't take it...constant candy is proving to be such a great photog it's putting me to shame, should i change careers now i wonder
Un perro negro entre las piernas. Quizás el terror. El perro negro, lo horroroso que viene de afuera o el cuerpo puesto en ajeno de lo que viene de adentro de ella. Pero, se presenta, es un perro inofensivo, pequeño, acompañante, tierno, leal. El perro negro me (nos, a muchos) presenta la muerte. Y la muerte acaso sea todo eso que parece el perro negro: temible pero inofensiva, pequeña, acompañante, tierna, leal, tanto que al final te quita el miedo y el dolor y tal vez te lleve a la nada y tal vez a otro lado mejor, que no creo. Pero, por añadidura, el perro negro tiene su contrarréplica, su enfrentamiento con la entrepierna, y lo que viene después, la adentrura, lo que no se ve en la foto, lo vaginal. El gran vacío y el soberbio amparo. El hueco, lo que falta y lo que da calor y protege en la seguridad del adentro. ¡Epa! Perro negro contra la fabulosa cueva. Creo que gana la cueva. Aunque creo que la parte completa de esas piernas, para colmo con altos zapatos también negros, se esconde y a la vez se expone sólo un poco porque el perro negro es de ella, o es ella, o parte de ella. Acaso el hueco es como ese fiable perro negro. Habrá que ver, o seguir viendo, antes que aparezca el verdadero perro negro. Amílcar Moretti La Plata
J´adore! et en plus c´est vrai!
ReplyDeletecertezas vanas
ReplyDeletevacías de contornos
sin contenido
cómo llenarlas
de vida me pregunto
si todo es fatuo
dalva qui s'enfuit: j'ADORE le marin plus que tous les romans de marguerite (MY HEROINE)...et oui, c'est absolument VRAI ce qu'elle dit!
ReplyDelete5x1 lo único que pude averiguar con certitud hasta ahora, es que no hay certezas en la vida
ReplyDeleteI told you to stop it with the cuteness of you and the dog, dude. Seriously, I LOVE this picture!
ReplyDeletei looove this one too LEL :) too bad i didn't take it...constant candy is proving to be such a great photog it's putting me to shame, should i change careers now i wonder
ReplyDeleteUn perro negro entre las piernas. Quizás el terror. El perro negro, lo horroroso que viene de afuera o el cuerpo puesto en ajeno de lo que viene de adentro de ella. Pero, se presenta, es un perro inofensivo, pequeño, acompañante, tierno, leal. El perro negro me (nos, a muchos) presenta la muerte. Y la muerte acaso sea todo eso que parece el perro negro: temible pero inofensiva, pequeña, acompañante, tierna, leal, tanto que al final te quita el miedo y el dolor y tal vez te lleve a la nada y tal vez a otro lado mejor, que no creo. Pero, por añadidura, el perro negro tiene su contrarréplica, su enfrentamiento con la entrepierna, y lo que viene después, la adentrura, lo que no se ve en la foto, lo vaginal. El gran vacío y el soberbio amparo. El hueco, lo que falta y lo que da calor y protege en la seguridad del adentro. ¡Epa! Perro negro contra la fabulosa cueva. Creo que gana la cueva. Aunque creo que la parte completa de esas piernas, para colmo con altos zapatos también negros, se esconde y a la vez se expone sólo un poco porque el perro negro es de ella, o es ella, o parte de ella. Acaso el hueco es como ese fiable perro negro. Habrá que ver, o seguir viendo, antes que aparezca el verdadero perro negro.
ReplyDeleteAmílcar Moretti
La Plata
muy linda foto, saludos Got
ReplyDeletegracias JAS...de parte de caramelo constante :)
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